Se trata de discos de vidrio que conforman una piel que cubre la fachada. Cada disco tienen una lámina de reflexión selectiva (dicroico) que genera un efecto de nácar, cambiado el color como tornasol según la incidencia del los rayos solares, mientras que por la noche cada disco de cristal es iluminado por luces LED para obtener una multitud de efectos, diseño, colores y movimiento.
Este es un edificio de los años setenta, hecho de hormigón y sin ventanas; la intervención sobre él consistió en 4330 discos de vidrio para convertir la fachada en un plataforma de luz y video.
El sistema se compone de discos de vidrio a modo de sándwich de 850 milímetros de diámetro, cada unidad esta provista de un LED para rojo, azul y verde los que son manejador por un software que genera imágenes y video. En su superficie los discos están tratados con chorro de arena para lograr los efectos de tornasol.
Cada disco pesa entre 16 y 21 kilogramos, muy pesadas para montarlas directamente sobre la fachada, por lo que se deben montar en una estructura de celosías de acero.
1_ Luna de vidrio laminado de seguridad con lámina de reflexión selectiva, tratado con chorro de arena, Ø 850 mm.
Presenta la ventaja de trabajar una dualidad en la representación medial, de día muta con la incidencia de los rayos solares, reduciendo el gasto energético y de noche utilizando la tecnología LED. Su uso puede darse para publicidad, comunicación urbana y la ornamentación.
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